Se empiezan a llenar de recovecos

Los silencios y las verdades,

ya no se distingue lo que pudo ser de lo que fue.

Se deslizan las soledades en aguas estancadas,

se acurrucan monstruos descalzos en las orillas.

Interminable calamidad tenerte cerca:

Nostalgia de autoexilio:

Gorrión decapitado.

A medio camino

El cuerpo y la sombra.

Para que no se me olvide..

"Temprano madrugó la madrugada,

temprano está rodando por el suelo (...)

no perdono a la vida desatenta,

no perdono a la tierra ni a la nada"

Miguel Hernández

Elegía